El Jardín de las Delicias (detalle). El Bosco |
“Entonces Dios el Señor hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras
éste dormía, le sacó una costilla y le cerró la herida. De
la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre, el
cual exclamó: Ésta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Se llamará
“mujer” porque del hombre fue sacada.”
(Génesis 2:21-23).
"En hebreo, la palabra que
significa mujer (’ishah) suena como la palabra que significa hombre
(’ish), así que la primera conclusión extraíble es que Yahveh y Adán no
se calentaron demasiado la cara interna del cráneo a la hora de nombrar algo
totalmente nuevo. Una ‘a’ y una ‘h’. Fin de la cita. Como si desde el principio
les quedase grande lo desconocido, lo que no era igual, lo no controlado. Como
si la necesidad de asemejarlo a ellos fuese más fuerte que dejar que aquello
nuevo tuviese la oportunidad de elegir su propio nombre y comenzar a construir
una relación de igual a igual. Visto con perspectiva, diríase que fue una
declaración de principios de la posterior historia de la humanidad: un
perpetuo, continuo y sistemático esfuerzo por hacer ‘a tu semejanza’ a quien no
sea cómo tu, o bien reducirlo a la mínima expresión. Las ‘armas’ utilizadas
para conseguirlo son tres: la fuerza física, la fuerza psíquica, o la fuerza
económica. Como mujer, la sola idea de haber salido del hueso de un hombre que
prefirió seguir dormido a enterarse de qué pasaba con su cuerpo, me subleva. Si
añades a esta idea, que zanjasen el tema con dos letras, entenderás que un día
me sacase del cerebro El Fémur de Eva para
(d)escribir mi propia génesis. Lo hice sola, sin la ayuda de una deidad
trepanándome el parietal para extraerme la idea. Y con los ojos bien abiertos,
quería estar consciente de lo que salía de mí para poder hacerme responsable de
ello. Con todo, en este libro no busques textos escritos desde el género, sino
del diferente, del que no es cómo tú, de quien no siente, piensa, o analiza la
realidad como tú. De quien no pretende amenazarte con su existencia sino
aprender de las diferencias porque está convencida de que, al contrario de lo
que dicen que han dicho que dicen, hay diferencias que son totalmente reconciliables."
#GrápateElhígado es el texto que introduce el primer capítulo de "El Fémur de Eva" que ha editado Cientocuarenta y que va ya por la segunda edición gracias a la maravillosa acogida que ha tenido el libro y que no para de provocar oportunidades de encuentro y de darnos alegrías.
La última ha sido la posibilidad de donar parte de los beneficios que generen las ventas del Fémur a Genefa, la plataforma familiar formada para apoyar la investigación en terapia génica que posibilite la cura de la Ataxia de Friedreich.
Desde aquí quiero darte las GRACIAS por haber comprado el libro. Me hace especial ilusión compartir contigo este 'granito de arena' porque también es tuyo. Lo hago también con las ganas de seguir aportando nuestra ayuda a un colectivo que está logrando avances esperanzadores en la investigación y al que llegamos de la mano de nuestra queridísima Belén Hueso, afectada por esta enfermedad.
GRACIAS también a Cientocuarenta por su permanente complicidad y por su impecable trabajo editorial.
Por si te apetece ver más cosas del Fémur, en este link puedes encontrar toda la información que vamos compartiendo casi a diario.
Y para que no eches de menos las músicas en el libro, en este enlace vas directo a la selección que Paco Valiente ha hecho en Los Sonidos del Planeta Azul
Gracias por tanto. Un beso :-)