Elogio del suelo pélvico

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  • "Pelvis II" Georgia O'Keeffe
    “En general no proporcionamos a nuestro cuerpo los cuidados que nuestro bienestar merece.”
    Joseph H. Pilates
    “Inspira.... Aprieta esfínteres... Exhala... Contrae la musculatura... Siente la contracción de tu suelo pélvico... Exhala... Siéntelo... Como si cerrases una cremallera... Exhala...”. Así todo el rato, en la clase de pilates de mi querida Cristina Bargues, insistíendo cada día en lo importante, para que sepamos lo necesario que es sentir lo que no vemos y que conforma nuestro cuerpo. Tomar conciencia del suelo pélvico fue hace mucho tiempo un descubrimiento de magnitud 12 en la Escala del CPI (Crecimiento Personal Intrínseco). Un hecho comparable al día aquel cuando conocí la existencia de los telómeros y me enteré de cómo, su acortamiento por culpa del estrés y demás mandangas de esas que marean y no aportan, guardaba relación directa con el ‘acortamiento’ de mi bienestar (lo conté en Telómeros y Mitocondrias). Pues el dia que supe que tenía un conjunto de estructuras que cerraban el espacio inferior de mi pelvis, y que gracias a ellas no iba por ahí perdiendo la uretra, la vejiga o el útero al andar, me llevé un alegrón enorme porque aún estaba a tiempo de aprender a cuidarlas. El suelo pélvico no es opcional, lo tienes tú también, que lo sepas.  
    La naturaleza hace esas cosas: te dota de elementos maravillosos para los que no te adjunta manual, ni alerta sobre su extraordinario valor. Por eso te puedes pasar años sin saber de tu páncreas, tu soas, tu duodeno, tu corazón... Hasta que te das de morros con las  disfunciones, incontinecias o prolapsos, y te desayunas con que, ay si hubieses mimado y ejercitado tu periné, quizás podrías haber seguido andando tranquilamente sin perder el suelo bajo tus órganos. “La debilidad o la lesión de los elementos que forman el suelo pélvico predispone  a una sintomatología en muchas ocasiones múltiple, que corresponde a la combinación de distintos problemas, como la incontinencia urinaria, la incontinencia fecal, la disfunción del vaciado vesical, el síndrome de defecación obstructiva, la disfunción sexual y el prolapso de distintos órganos pélvicos”. Somos torpes de manual a veces, y sólo reaccionamos a la urgencia, a lo irremediable. El cuerpo humano, tan accesible al cuidado externo, tan sobrevalorado en su apariencia estética, cuando la verdadera belleza, lo realmente precioso, está al otro lado de esa frontera llamada piel que nos conecta con el mundo (así deberían de ser todas las fronteras: áreas de conexión entre unos y otros, no lugares donde mueren quienes huyen de las guerras).
    El sosten de los órganos es fundamental... ¿Sabiás que tenemos seis órganos constitucionales en España?... La Corona, el Congreso de los Diputados, el Senado, el Gobierno, El Tribunal Constitucional, y el Consejo General del Poder Judicial... ¿Quién sostienes todos estos órganos?... ¿Qué tejido los sujeta para que cumplan con su función y no caigan?... ¿Cómo se puede sostener un Gobierno en Funciones que no funciona?... ¿Qué funciones hace y porqué si no tiene funciones?... ¿Cuánto más se podrá sostener al Congreso de los Diputados sincumplir su cometido?... ¿Cómo están cuidado los políticos elegidos ese ‘suelo ciudadano’ que los votó y que los sustenta con sus impuestos?... ¿No se dan cuenta de que venimos del Wertdievo, y de una Dictadura Mental, y que hemos llegado a esta legislatura agotados, recortados de sueldos y las ayudas, menguados de derechos laborales, despedidos, desesperanzados, hartos de plasmas, mentiras y diferidos, asqueados de corrupción, y deshuesados por la crisis?... ¿Cómo pueden permanecer tan ajenos a nuestro sentir, que no tienen nada que ver con sus cuitas partidistas?... ¿Y el Senado qué función....?... ¿Y la Corona?.... No, no me voy a meter en este interrogante, que me aplican la Ley Mordaza y todavía tengo mucho que leer (en libertad, claro). Con el permiso de Joseph H. Pilates, refraseo el inicio y acabo: “En general no proporcinamos a nuestros ciudadanos los cuidados que su bienestar se merece”.

    4 responses to “Elogio del suelo pélvico

    1. Tenemos tantos recursos a nuestro alcance de los que desconocemos su utilidad… y sus consecuencias…

      El político intenta camelarte tratando de envolver tu razón en una neblina de grandes proyectos, mejoras y emociones… que vende como si fuesen para todos, y que en realidad son sólo para él, para ella, para ellos…

      Y al final de todo, tú y yo somos los que pagamos…

      En fin, prefiero un parto… natural.

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