¿Te imaginas que te levantas un día y no eres capaz de percibir la parte izquierda de la realidad?... Levanta un momento la vista de esta pantalla y mira al frente. Intenta NO ver la parte izquierda de lo que sea que tienes delante: la mitad de la cara de tu compañera de trabajo, de la tostada, de la señora sentada delante de ti en el bus, de tu taza de café, de tu hijo, de tu cuerpo... Resulta prácticamente imposible realizar ese ejercicio de ver la mitad de las cosas. ¿Cómo es posible no verlo todo si esta ahí?... Aún te digo más: no es que no lo quieras ver, es que ni siquiera eres consciente de que existe, no contemplas la posibilidad de que hay ‘otra cosa’ que no sea lo que ves. Un ejemplo más claro sería una persona que, delante de un plato lleno de comida, sólo comería la parte derecha de su plato, dejando los alimentos que están a la izquierda del plato sin tocar. No los percibe, simplemente no existen para ella. No sabe que están. Sin embargo, si le giras el plato por completo y le muestras la comida de esa parte, entonces la ‘reconocerá’ y terminarán el plato sin ningún problema. No la relacionará con la anterior ración, sencillamente la ha percibido, se la ha zampado. Y chimpum, como dice Raquel Martos.
Ese fenómeno clínico de no saber que no se sabe, los neurólogos lo denominan: anosognosia. Junto a la alestesia, que es la falta de sensibilidad sensorial para detectar una parte del todo, conforman sólo algunos de los síntomas que caracterizan el llamado síndrome de negligencia hemiespacial. “Se caracteriza por un “deterioro de los centros visuales de un hemisferio cerebral, que provoca que la persona afectada sólo perciba o preste atención a la mitad de las cosas correspondiente al lado que se mantiene sano. Este trastorno de percepción espacial generalmente involucra la parte izquierda del campo visual (por una lesión en la parte derecha del cerebro). Los enfermos ignoran la mitad de su campo visual, hasta el punto que solamente ingieren la comida que se encuentra en el lado derecho de su plato, escriben en el lado derecho de un folio o se atan el zapato derecho porque ni siquiera reconocen su pierna izquierda”... “Algunos pueden dejar de utilizar las extremidades del lado afectado, o incluso negar que los miembros pertenecen a ellos. Los pacientes con negligencia por lo general se ve muy bien, pero la información del lado afectado simplemente no llegar a su conocimiento consciente”.
La negligencia hemiespacial suele darse en personas que sufren un accidente cerebrovascular; sin embargo, empiezan ya a detectarse casos aislados entre mandatarios de la UE, sin que hayan pasado por ese trance, ni traumatismo craneoencefálico manifiesto. En la comunidad científica se rumorea que se está ampliando la sintomatología de la lista de características de la dolencia. Este nuevo síntoma, que han clasificado como: UEosis, consistiría básicamente en la imposibilidad de percibir a los seres humanos como seres humanos. En estudio se encuentran todos los casos detectados estos últimos días entre los responsables de las frontera de Hungría con Serbia y Croacia, donde el trato inhumano ha quedado ampliamente recogido por @pmarsupia. Dichas muestras se encuentran fuertemente custodiadas en diferentes laboratorios y están siendo objeto de análisis por parte de los ciudadanos. Apuntan los neurocientíficos que la UEosis explicaría que algunos mandatarios europeos hayan perdido por completo la capacidad de prestar la atención debida y obligada a los refugiados. Y la vergüenza, añado yo. Seguiremos informando.
¿Y eso es nuevo? Es lo que ha hecho cualquier mortal o inmortal desde que le mundo es mundo, a la que han tenido una miajita de poder político, económico o de otro tipo que les ha permitido someter y ordeñar al prójimo.
Avisa cuando esos científicos descubran el virus de la gripe.