¿Eres homosexual?... ¿No?... Pues sigue leyendo por favor, yo tampoco lo soy y voy a seguir escribiendo. Punto número uno: la homofobia nos afecta a tod@s; lo mismo que la xenofobia, la violencia de género, o el terrorismo. Ahora piensa en una persona cuya orientación sexual sepas diferente a la tuya. Alguien cercano y que estimes. Puede ser una persona pública que te provoque admiración por lo que sea, o te guste especialmente. Seguro que no te resulta complicado ponerle cara. Punto número dos: personas que desean a personas de su mismo sexo hay millones en todo el mundo, y desde siempre. Si ya tienes elegida la persona, imagínatela saliendo del trabajo, o de tomar un café, o de hacer la compra. Punto numero tres: desear a una persona del mismo sexo es perfectamente compatible con llevar una vida normal, con rutinas similares, mismas necesidades físicas y afectivas, e iguales obligaciones cívicas (a pesar de no disfrutar de iguales derechos). Sigue imaginando que esa persona es abordada en la calle por tres individuos que le preguntan la hora, y que se la dice, y que intenta reanudar su marcha con un “hasta luego”. Punto número cuatro: un grupo de homosexuales no agredirá a un heterosexual porque mantenga relaciones sexuales con personas del género opuesto.
Y este es el punto negro de la narración: la persona que tienes en mente mientras lees, y que intenta reanudar su camino a casa después del “hasta luego”, puede sufrir un percance porque su orientación sexual es diferente. Mientras tú o yo diríamos “hasta luego” y seguiríamos con nuestras vidas, ella puede ser agredida verbalmente en el “mejor” de los casos. Si tiene suerte, incuso saldrá de la situación con algún golpe o herida superficial, aunque con la autoestima destrozada para siempre. Pero, si ha topado con unos salvajes, el percance será mortal y la molerán a palos hasta fracturarle el occipital y dañar su tronco encefálico, (Matthew Shepard, 21 años, EEUU, 1998); o le asestaran 57 puñaladas (Isaac Pérez, 27 años, y Julio Anderson, 32, años, España, 2006); o le cortarán parcialmente la oreja, grabaran una esvástica en el estómago, y le quebrarán las piernas (Daniel Zamudio, 24 años, en Chile, hace poco más de un mes). ¿Qué te parece que la línea que separa la vida de la muerte entre tú y yo y esa persona sea su orientación sexual?... ¿Qué te parece que en 76 países todavía vaya a la cárcelpor eso y que sea condenada a muerte al menos en 5?... No se a ti, a mí me
subleva.
(Nota: esta entrada se publicó en el blog el 13 de Abril pero, por razones 'tecnicas' que desconozco, se ha inhabilitado el link y no hay forma de acceder, hasta que lo resuelva de alguna manera, la cuelgo aquí. Gracias)
Grans veritats amb paraules petites. Com ha de ser.
Moltes gràcies pel comentari, Muriel, per la visita ;-)))