¿Cómo será mañana?... Me
hago esa pregunta a menudo, procurando dejar la respuesta siempre en el aire.
Encuentro mucho alivio en ese interrogante abierto; aunque parezca
contradictorio, la certeza de no saber la respuesta y de que pueda suceder
cualquier cosa (hasta algo bueno), es lo que me hace cerrar los ojos con más
calma algunas noches. Con los años, esa curiosidad vital se ha convertido en un
acicate sustentada también por otro interrogante que me sirve de ‘zanahoria’:
¿cómo seré yo mañana?... Te cuento esta reflexión porque gracias a la
curiosidad que tuve por saber cómo sería mi vida sin humo, conseguí dejar el
tabaco hace ya veinte años y no volver a probarlo ‘más nunca’, como dicen al
otro lado del charco. ¿Que si fumaba mucho?... He llegado a fumar dos paquetes
diarios de tabaco rubio, a rebuscar colillas en la papelera de la habitación a
las tantas para seguir estudiando, a tener los dedos amarillos de sujetar el
cigarro, a toser como un perro malherido en invierno... ¿Qué cómo lo hice?...
Por curiosidad. Sé que un día me cansé de necesitar el tabaco. Y que me
pregunté cómo sería el día siguiente si no fumaba. Y que decidí no fumar al día
siguiente. Y ver qué me pasaba.
No me lo planteé como un
reto, ni como una lucha, lo hice desde la curiosidad de saber cómo sería yo sin
estar pegada a un Marlboro. Tampoco me lo impuse, ni me lo prohibí; de hecho
llevaba un paquete al principio por si realmente me resultaba insoportable. Me
di permiso para fumar si llegaba ese momento, pero me di cuenta de que cuanto
más necesitaba encender un cigarro, más curiosidad sentía por ver qué pasaba si
no le daba al mechero. Me hice una especie de mantra con las palabras de Karen Blixen en Memorias de África: “Y cuando veo que no puedo seguir soportándolo,
aguanto aún un momento más y entonces sé que puedo soportar cualquier cosa...” (muy peliculero, sí, pero funcionó).
Recuerdo que se hacía de noche y me sorprendía cómo había pasado el día sin
fumar; así que me iba marcando únicamente el día como objetivo. Y pasó uno,
luego otro, y otro. Y una semana, y un mes. Y seis meses... Como no tenía ni
idea de cómo se vivía como adulto no fumador (empecé a los trece), hice como
los monos y copié conductas de quienes no fumaban. Y me inicié en algo que para
mí sólo había existido por la tele: el deporte...
Hace más de veinte años de
aquello, y tengo clarísimo que nadar fue lo que me convenció definitivamente de
que era mejor dejarlo. Me gustó más mi vida de ‘nadadora’ que de ‘fumadora’.
También sé que abandonar el tabaco ha sido una de las mejores decisiones que he
tomado en mi vida. Amén de lo maravillosamente alicatada que me dejó la
autoestima saberme capaz de abandonar una adicción de tantos años, aprendí
que merece la pena darte la oportunidad de intentar cambiar las cosas que, a priori,
parecen imposibles. Por eso hoy, con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, y
con ánimo cero de pontificar, he querido compartir este retal de mí, por si
eres fumador y te animas a preguntarte cómo sería tu vida sin nicotina. Ya te
adelanto una posible respuesta: infinitamente más rica, en todos los sentidos y
sabores. Ojalá te haya picado la curiosidad... Y no sólo para dejar de echar humo.
Molona entrada. Me quedo con la frase “Y cuando veo que no puedo seguir soportándolo, aguanto aún un momento más y entonces sé que puedo soportar cualquier cosa…” que, en estos días me viene bien, aunque no sea fumador. Eres gran, Fani Grande. Brinde per tu!
A ma casa estem passant per l'experiència de soportar les consequències q deixa el NO haver tingut la força i la.curiositat de, en el seu día, haver tingut eixa curiositat.
També sabem q és molt probable, q qualsevol NO FUMADOR, estiga atacat per eixa malaltía anomenada càncer; però en el cas de ma casa el diagnòstic va ser molt clar: FUMADOR.
També és de veres q, quan no està a ta casa, sempre penses… "Això passa als altres"
Llevas mucha razón. Entiendo tu situación, así que mucho ánimo!! Es una enfermedad que si te da una segunda oportunidad te hace ver la vida de otra manera y valorarla más.
Te felicito,ojalá cunda el ejemplo…
Fou el día 8 de desembre, corria l'any 1998. Anava a ser el primer día sense fum de feia molts pero que molts anys. No m'ho va demanar ningú, tret del meu fill que en aquell moment tenía poc més d'once anys. Mare no fumes que no es bó per a tú. Mare no fumes que et posaras malalta. Mare … I jo pensaba, ostras que pesats están els mestres de ka pública amb el tabac, ,que no tenen altre tema per a tractar? No va ser aquest l'argument definitiu. Pero un día vaig pensar si sería capaç dr viure un día sense fum. I ho vaig intentar. I ho vaig aconseguir! Estaba super emocionada! Ho havía aconseguit. Eixa càrrega de auto confiança fou la definitiva. La responsable de que avui quasi 14 anys després encara visca sense fum
Fani, clavadita tu pasar de fumar a como me ocurrió a mi. Curioso, pero yo tuve dos intentos y fue en el segundo cuando lo conseguí. Descubrir que había sabores que en m vida habían desaparecido y tener la sensación magnífica de recuperarlos ha sido para mí una experiencia maravillosa.Espero que haya muchas personas que lo consigan después de leer tu escrito.
Vaig a intentar-ho….aniré informant !
Por esta vez el elogio de " la curiosidad." está en la forma de contarnos tu experiencia y qué bien lo describes…! Eres Fani, eres fina, eres femur y encima eres Grande, espectacular; tu si que vales….!
Jaja… Gracias, me vi a hacer una camiseta, que ahora me va a ir genial: "Tú sí que vales" :-)))
Hace 10 #yoya ! Genia y gracias !
Ole, tú :))) Yo hace… 20 o así… Ni me acuerdo de cómo era!!!
PARECE QUE ME QUIERA ENTRAR CURIOSIDAD …..ME ESTOY AGOBIANDO!!!!!!!!!!! QUE MIEDO!!!!!
Te ha entrado o no?… La curiosidad, digo…. #Jejeje
Me ha encantado!
Saludines!