“La vanidad y el egoísmo
de los dirigentes políticos son los obstáculos con los que los mediadores se
topan a la hora de resolver los conflictos”. De todas las afirmaciones
extraídas del artículo El oficio secreto
de pacificador que escribió John Carlin hace algún tiempo, ésta en concreto
se me quedó pegada como una garrapata que me transmitió el escepticismo como
forma de escuchar a los gobernantes. El artículo de Carlin explicaba el trabajo
de los mediadores dedicados a buscar soluciones a los conflictos armados del
mundo y a facilitar puntos de encuentro entre los diferentes mandatarios. Retrataba
también el carácter del mediador como alguien de extraordinaria empatía, buen
olfato político y dotado de infinita paciencia (hay conflictos que tardan años
en resolverse). Desde 2003 se reúnen cada año en el Foro de Oslo bajo el amparo del Centro de Diálogo Humanitario Henri
Dunant (especializado en la mediación desde 1999) y el Gobierno de Noruega
(relacionado también con numeroso procesos de paz desde los años 90). El instrumento
de trabajo imprescindible del mediador es el diálogo, que “siempre es más
barato que la opción militar”, aunque reconozcan apesadumbrados que “la fuerza
en sí a veces triunfa sobre el diálogo” (como sucedió en Sri Lanka). Un diálogo que
tienen que establecer con mandatarios que, en gran medida, “tienen como
objetivo principal su propio bienestar, sea esto cuestión de extender su poder
o de enriquecerse”, y que “en la mayoría de los casos se pasan el día oyendo a
gente que les dicen lo que quieren oír y que les recuerdan que son grandes
genios”, algo que no es lo más recomendado cuando se trata de solventar los
problemas de una realidad, que no es la que viven ellos en ninguno de los casos.
La verdad es que juntas
las frases entrecomilladas del primer párrafo y el resultado es descorazonador.
Pensar que tantos seres humanos puedan ir a rebufo de las vanidades y egoísmos
de unos cuantos ególatras es uno de esos pensamientos afilados que no sabes
dónde poner para no hacerte sangre. Lo triste es que, te pones a pensar, y te
das cuenta de que no hace falta ir muy lejos para encontrar dirigentes metidos
en su burbuja política... A diario me esfuerzo por encontrar información útil
en las declaraciones del Gobierno para encontrar solución a mis problemas
(creados por ellos, casi todos) y sólo escucho peroratas emitidas con ojos de
pez desde sus necesidades cubiertas, sus viviendas de las que no serán
desahuciados, sus futuros solventados, sus hijos bien alimentados, sus
familiares bien colocados... E intuyo que puede haber muchos ciudadanos como
yo, con las costuras de la paciencia reventadas. Las imágenes de esta semana de
Concejales saliendo por las ventanas de los consistorios en Galicia por temor a
toparse con los afectados por las preferentes, la denuncia presentada por
González Pons contra los afectados por hipotecas que protestaron en su casa, o
la indignada reacción en redes sociales contra la indemnización de 229.000
euros a Jesús Sepúlveda; son sólo algunas muestras de hasta qué punto está
dañada la relación de los dirigentes actuales con la ciudadanía. No hay
diálogo, sólo hay acción-reacción. Ellos legislan a golpe de decreto con su
mayoría absoluta, a los de las costuras rotas no nos queda otra que protestar a
pie de calle. Jonas Gahr Stoere, actual Ministro de Relaciones Exteriores noruego,
afirmó que “Participar en un diálogo no significa abandonar tus valores y
principios, significa ocupar el centro político, el lugar dónde la gente real
vive”. Se busca mediador.
Fani, lo de las costuras reventadas es algo que se me ha quedado clavado.Esto no puede seguir así, es como titulo mi reflexión de hoy.Pues éso se busca mediador o saltan las costuras ya.
Llegar a los límites de la paciencia no puede traer nada bueno, Javier… El problema es que no se dan cuenta de cómo estamos, solo lo verán cuando abran las urnas. Un beso.
A veces da la impresión que solamente mediarían en su propio conflicto. Rectifico, a veces, no… Genial. Un lujo leerte.
Mediación, misión imposible. Gracias, @ballesterada :-)))
Fani,intuyo que la vida del mediador, caso de que alguien tenga narices de presentarse, podría correr peligro si consiguiera mover el mundo de seguridad en el que viven quienes legislan un solo milímetro hacia el mundo de inseguridad en el que vivimos la mayoría.
Considero que la clave de que no pase nada es que han sepultado a los 6 millones de parados bajo noticias basura y televisión basura. Después del banco malo, han creado, sin habernos dado cuenta "los medios de comunicación malos", donde reúnen lo peor de cada casa para no mostrarnos lo peor que son nuestras vidas.
En fin, un asco.
Busquemos pues, un mediador, porque si no habrá una revolución.
Gracias, Víctor, el trabajo de los mediadores no ocupa titulares, pero está ahí cada día.
un muy buen post para reflexionar, como siempre Fani. Es curioso como las medidas más sencillas y sensatas a la hora de resolver los problemas siempre son las que entrañan más dificultades en aplicarse. Curioso! vaya mundo que hemos creado!
Gràcies, Lluís ;-))))) No hemos creado un mundo, hemos creado un "monstruo" .
Ay Fani, Fani, no crees en Dios pero crees en los Reyes Magos… la mediación…honorable profesión, siempre he admirado a esa gente, me parece que es el único modo digno de vivir, porque todos para vivir tenemos que “mediar-nos” todos los días entre nuestro yo y nuestra sombra, nosotros y nuestro mundo o circunstancia plagada de otros,,, pero si hay una parte que aspira a la inmortalidad, el cáncer (que es el resultado de la multiplicación de una célula inmortal entre otras cosas, además de la mentira, la ignorancia y la arrogancia) es el desenlace habitual, sólo puede haber un ganador, y así, ni mediación ni ganador, el lobo se muere de hambre cuando ya se ha comido a todas las ovejas. ¡Que se joda! O ¡Qué lástima!
A diario asistimos a imnumerables noticiarios y declaraciones de nuestros próceres públicos, corruptos, imputados o “normales”, algunos con un barniz de racionalidad, razonabilidad y moderación (los otros no los veo, se me revuelven las tripas), donde las palabras sacrosantas de reglas del juego, estado de derecho, ley … “peroratas emitidas con ojos de pez desde sus necesidades cubiertas, sus viviendas de las que no serán desahuciados, sus futuros solventados, sus hijos bien alimentados, sus familiares bien colocados…",se utilizan para cerrarles la boca y pegarles una patada en los cojones a esa caterva de disidentes, críticos, insensatos, agoreros, pesimistas… vamos, "antisistema" que es el palabro al uso, la última herejía, burla y escarnio rayano en el terrorismo de opinión.
Para ser “justos y eco-lógicos” hemos de reconocer el papel “fundamental-ista” que juegan en la naturaleza los gusanos, los carroñeros y los depredadores. Nuestro mundo es así, no hay serpientes vegetarianas, ni siquiera las verdes (de verdad)
No me gusta la gente inocente (es ficticia, falsa e irresponsable), prefiero a los culpables, a los que se "hacen" culpables(no me gusta las eufemismos como responsable) que crecen a la sombra de su culpa con dignidad y humildad y pagan al pasar por caja lo que no debieron de comprar en el supermercado, con estos se puede crecer y creer y crear, pero la culpa es una carga muy pesada y todos intenta-mos pasársela a otro, y así nos va, nos morimos “inocentes” y cómplices” de esta carnazería (no es un error de ortografía).
Pregunta: ¿puede haber mediación entre depredadores y presas? ¿desde cuando el lobo y el cordero han dialogado sin que se le caiga la baba al lobo mientras se relame, quiero decir dialoga? …Pero bueno, hay ciervos que se hacen más longevos que los lobos.
Discúlpame el sarcasmo, afortunadamente gracias a ti tenemos los viernes al sol por la mañana, aunque se oscurezca al mediodía. Como siempre tan ingeniosa, elegante y “co_me_dida”, pero no co_mas mucho, estar famélico alarga la vida,es saludable, o al menos digno, se es más ligero si hay que correr, menos deseable para nuestros voraces perseguidores, y sobre todo, si te pillan, que sólo les queden los huesos y el pellejo, y con suerte, se joden la dentadura, Dios "mediante".
Gracias por tu comentario, Javier, lo he compartido en el TL… ¿Puede haber diálogo entre lobos y corderos?… Evidentemente, no. Los mediadores trabajan con personas, no con animales. Creer en el diálogo como vía de encuentro para llegar a lugares comunes y solucionar conflictos armados, políticos o personales no es creer en los Reyes Magos, es confiar en el trabajo de buenos profesionales. Un abrazo :-)))
AL HILO DE LA MISMA IDEA TAN GENIAL QUE ESCUCHE PRECISAMENTE AYER DE OTRA PERSONA CON LA INTELIGENCIA TAN DESPIERTA COMO TU, PERO QUE NO ENTRA DENTRO DE LAS PRETENSIONES DE ESCUCHA DESDE LA CUPULA…. PRIORITARIO….
BRILLANTE REINA DE LAS PALABRAS…