Rajoy Ra

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  • Al morir la reina Hatshepsut, ocupó el trono de Egipto Tutmosis III y sus primeras medidas estuvieron encaminadas a borrar la memoria de su antecesora en el poder eliminando su nombre de los lugares donde habían sido inscritos. Luego, se dedicó a magnificar su reinado poniendo en marcha una fiebre constructora que sólo superó Ramses II. Hay momentos en los que la historia se repite y se convierte en una hiedra que trepa por el bolsillo de los ciudadanos. A día de hoy, vamos por la decimotercera reforma educativa (atención padres: sus niñ@s ya no puden estudiar con los libros del curso anterior, que vivan los corticoles), la cuarta o quinta reforma laboral (5 millones de parados y seguimos para bingo), la reforma de la ley del audiovisual (“gracias”, por haber puesto a los trabajadores de las televisiones autonómicas en el punto de mira), una reforma judicial en profundidad (quita-tu-juez-pa-poner-el-mío), otra fiscal (me parto con el IVA que viene), y en cartera asomando una reforma sanitaria (“El copago”, una película para ponerse malo, patrocinada por el Gobierno de España), más una reforma de la ley del aborto (gracias, Sr. Gallardón, por retrotraer al Pleistoceno Democrático a las mujeres).
    La pregunta que por retórica no deja de quitarme el sueño es qué más le queda por reformar a Rajoy para acuñar su mandato. Interrogante que abre a su vez otro más inquietante: ¿cuánto dinero nos va a costar a los ciudadanos toooodas esas acuñaciones del poder, digo, reformas? Si nos tradujesen en cifras cada iniciativa que perpetran tomaríamos las calles hasta la primavera pero como sólo nos dicen lo que nos espera cuando están con otros faraones (“la reforma laboral me va a costar una huelga general”, Rajoy en Bruselas), vamos a golpe de lapsus microfonae, y sin tener datos reales de lo que vale el peine. Miedo me da que en un intento más por pasar a la historia nos cambien la capital del estado y la tráigan a la costa en busca del Dios Ra como hizo Akenatón (hasta que Tutankamon llegó al poder y vuelta la capita a Tebas, claro). Pero claro, eso sólo podrán documentarlo, cual egiptólogos, los historiadores futuros.

    2 responses to “Rajoy Ra

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