Me confiesa que, entre el café y el Tweet reivindicativo, algunos días va antes el Tweet. Así es su compromiso desde que se levanta. Así es, también, su manera diaria de luchar contra la violencia de género. Ha sido un auténtico placer y un aprendizaje hablar con Susana Gisbert Grifo, Portavoz de la Fiscalía de Valencia y Fiscal en la Sección de Violencia sobre la Mujer y las secciones especiales de Jurado, Víctimas del Delito y Delitos Tecnológicos. Y escritora. Una mujer comprometida, luchadora e incansable en la denuncia diaria contra la desigualdad. Una profesional que ha decidido que su trabajo trascienda el ámbito jurídico y llegue a quienes más lo necesitan. Cercana, cálida y con sentido del humor. Ha conseguido aunar muchas voces diferentes en su cuenta de Twitter y ahí estamos cada mañana tod@s, con el café en una mano y con la otra, retuiteándola. Este fue nuestro encuentro en la Ciudad de la Justicia de Valencia. Espero que te guste la segunda entrega de #ElFémurDeEllas
Fani: ¿Qué te impulsa cada mañana a escribir un Tweet reivindicando que seamos #CadaVezMásIguales y pidiendo el fin de #LaCifraDeLaVergüenza #PorEllas?
Susana: Cuando empecé a moverme en redes me di cuenta de que se hablaba muy poco de VG. Se hablaba mucho cuando asesinaban a una mujer, y aún más si había detalles morbosos. Pero, sobre todo, los días que no pasaba nada, nadie se acordaba del tema. Y decidí poner un Tweet cada día viendo el potencial que tenían las RSS. Aunque no pase nada hay que dar un mensaje en positivo también sobre la VG.
Fani: ¿Qué es la violencia de género?
Susana: Es una desgracia enorme. No me gusta llamarla lacra. Es una desgracia que consiste, ni más ni menos, en el máximo exponente del machismo que seguiremos padeciendo mientras no cambiemos la sociedad. Llevada a las últimas consecuencias, la VG puede ser un asesinato, que es lo que se ve... Pero, lo peor, es la cantidad de mujeres que están pidiendo ayuda en silencio... Aunque retiren las denuncias, en el fondo quieren que se les ayude. Son mujeres que siguen necesitando una ayuda que no les estamos dando. Y algunas se quedan por el camino.
Fani: En la cadena de soluciones contra la VG, ¿qué eslabón ocupa la Fiscalía?
Susana: La Fiscalía tiene dos funciones. Una, la que conoce todo el mundo, la de acusar, y la represión, que es el castigo de toda la vida. Afortunadamente, la Constitución reconoce el papel de los fiscales como garantes de la legalidad y como protectores de las víctimas y de las personas vulnerables. Y no me gusta considerar ‘vulnerables’ a las mujeres que sufren VG, pero en el momento en que están sufriendo VG sí que son vulnerables. Tenemos el papel de protección de las víctimas para pedir la orden de protección... Pero, no nos olvidemos, la Fiscalía es una mano jurisdiccional y actúa cuando se ha cometido un delito. Si yo veo a una mujer que está muerta de miedo, pero que no me dice que se ha cometido un delito, yo no puedo hacer nada. Y si no hay denuncia, no podemos actuar.
Fani: Esta semana hemos conocidos los datos del último trimestre de 2016 que publica el Observatorio Contra la Violencia. Son datos preocupantes, pero quizás podamos encontrar entre esas cifras algún motivo para la esperanza.
Susana: Estos datos tienen dos lecturas. Cuando repuntan las denuncias no significa necesariamente que se está maltratando más, significa que hay más mujeres que están concienciadas y que están empoderadas para denunciar más. Me gusta más pensar en las estadísticas de las muertes que hemos evitado.
Fani: Quizás este empoderamiento femenino del que hablas guarda relación con este incremento de la violencia.
Susana: Sí, sí, tengo claro que está directamente relacionado. Hay dos momentos especialmente álgidos a la hora de los peores resultados: cuando ella toma la decisión de irse y, o bien se lo comunica, o bien se va; y cuando él, aunque ya haya rehecho su vida, descubre que ella tiene otra pareja. Un maltratador, aunque haya rehecho su vida, tiene un repunte de acoso cuando se entera de que la mujer ha rehecho su vida.
Fani: En la VG juega un papel fundamental el dominio. ¿El maltratador nunca acaba de renunciar a ese dominio sobre la mujer?
Susana: Es totalmente un tema de dominio. ‘Es mía, ha sido mía’... Y además, está el entorno machista que alienta muchas veces al maltratador, con frases tipo: “He visto a tu ex con fulanito”. Y eso es un oprobio al machito que lleva dentro y no puede soportarlo.
Fani: "En los juzgados de violencia pesa el estigma de que son cosas de mujeres". Es una afirmación que he leído, del año 2008. ¿Todavía es así?
Susana: Creo que todavía sigue teniendo vigencia, aunque vamos haciendo labor poquito a poco. Aquí en Valencia, en la Sección de Violencia Especializada somos siete y sólo dos son hombres. Hasta hace poco uno solo. En los Juzgados de Violencia, de los cuatro que hay, solo un hombre. Y mira.. Aún te digo más. Hay veces que llaman para que demos alguna charla y preguntan por un juez. Cuando les doy el nombre de la jueza, me preguntan si no podría ser un juez...
Fani: En la Jornada de Igualdad de la pasada semana, la profesora y coordinadora del Master sobre VG de la UV, Elena Martínez García (coautora del libro Género y Violencia), dijo que un maltratador en la cárcel es un fallo del sistema, que el fallo es la prevención en la VG. ¿Lo compartes?
Susana: Totalmente. Una de las afirmaciones del libro es que, nosotras, en los juzgados gestionamos el fracaso. Actuamos cuando ha fallado todo lo demás. Siempre que me llaman para el Día de la Mujer digo que me gustaría no estar allí.
Fani: ¿Qué os motivó a escribir el libro "Género y Violencia"?
Susana: Fue algo especialmente bonito. Nos llamaron a Elena y a mí del Consell Valencià de Cultura para que hiciésemos una serie de propuestas con motivo de los diez años de la Ley de Violencia de Género de 2004. Y nos salieron tantas ideas que ya empezamos a pensar que podríamos convertirlo en un libro, y desarrollarlas más a fondo. Y como trabajamos tan a gusto juntas...
Fani: Con el prólogo de Soledad Cazorla, que cobra ahora una relevancia extraordinaria.
Susana: Le tenía mucha admiración, mucha. Y cuando lo escribió no pensábamos que podría pasar lo que pasó. Ahora tiene un doble valor. Recuerdo perfectamente como Soledad me llamó justo el día de San José, en plena mascletá, para decirme que me había enviado el prólogo, y como me fui a casa corriendo, emocionadísima, a leer su texto.
Fani: En libro hay un capítulo dedicado al pacto de Estado contra la VG. ¿Por qué existe un pacto de estado contra el yihadismo, que nadie duda que sea necesario, y no hay uno contra la VG?
Susana: Aunque nos digan otra cosa, no le dan la importancia que tiene. Hacen manifestaciones institucionales cuando no tienen más remedio, pero no tienen esa prioridad. Los políticos funcionan mucho con lo que pide la gente. En la última encuesta del CIS la VG estaba en el puesto 17. La VG no da votos. Y por otro lado, estoy convencida de que hay un sector con una fuerte oposición a la ley de VG, con un mensaje de que somos extremistas radicales, que queremos eliminar al varón... Feminazis, nos llaman algunos.
Fani: Se le da mucha cobertura a las denuncias falsas (en 2015 sólo fueron el 0,0015% de 129.292)
Susana: Hay denuncias falsas en otros tipos de delitos, por ejemplo en la conducción, o en los seguros, y nadie dice nada de eso, apenas se informa sobre ello. En la VG subyace el no considerar al maltratador como un delincuente. “Es que sólo la llamó puta”. Perdona, es que llamar puta es ilícito. Y también sucede que confunden la retirada de la denuncia, porque las mujeres retiran muchas veces la denuncia, con una falsa denuncia. Y no es así. Del maltratador se tiende a dudar de si es o no es un delincuente. Se tiende a amortiguar el hecho.
Fani: Sé que te preocupa especialmente el tema de la retirada de la denuncia cuando tú sabes objetivamente que la mujer está siendo víctima de malos tratos.
Susana: Cuando retiran la denuncia ya no podemos hacer nada por ayudarla. Retirar la denuncia existe jurídicamente, es un privilegio que tienen de no declarar contra la persona con la que tienen determinada relación. Pero sin denuncia no se puede hacer nada.
Fani: ¿Por qué crees que cuesta tanto asumir que se es víctima de la VG?
Susana: Porque cuesta mucho reconocerse en algo que no gusta. Anabella contaba cómo no quería reconocerse en Ana Orantes cuando la escuchaba por televisión. Una no se quiere reconocer en algo que no le gusta... Que te miren los mensajes del móvil, que no te dejen salir, que te llamen cuarenta veces cuando estás con las amigas, son cosas que no se reconocen como violencia. Y son cosas que va minando a las mujeres. Cuando llega el episodio grande de violencia, las mujeres están tan minadas que ya no reconocen nada. Cuando llega el episodio grande de violencia, llegan a pensar que se lo merecen.
Fani: ¿Cómo es de grande la culpa?
Susana: Están muy culpabilizadas... Mucho. Y hay un aspecto que quisiera destacar. La gente piensa que el tema del maltrato está constreñido a determinados ámbitos sociales, estatus socioeconómico, a la inmigración... Y no. Me atrevo a afirmar que, gran parte del maltrato oculto está en las clases medias altas. El componente de la vergüenza es tremendo. He visto a mujeres con carrera, con profesiones estupendas, que han tenido ingresos hospitalarios por una agresión, y que no se han podido enfrentar a ello preocupadas por lo que se iba a decir sobre ellas... Nadie mira mal a una víctima de un robo, sin embargo, a una mujer maltratada, la sociedad no la mira igual. Aún hay ese componente. Si eres víctima del maltrato, no lo cuentas porque sientes vergüenza.
Fani: ¿Hasta qué punto es importante informar de manera adecuada desde los medios y decir, por ejemplo, que las mujeres son ‘asesinadas’, que no ‘mueren’?
Susana: Porque parece que se está victimizando más a la mujer. La mujer no muere, no se cae encima del cuchillo. Si dices ‘muere una mujer’ estás diluyendo el reproche sobre el maltratador. Si diluyes el reproche sobre él, la futura víctima se va a ver reflejada en un sentido negativo, no en un sentido positivo de ‘todo el mundo me va a apoyar’.
Fani: En tus charlas sobre VG siempre incides en el papel de los medios.
Susana: Los medios dieron un giro fundamental a partir del asesinato de Ana Orantes. Lo que sucede en muchos medios, y sobre todo a raíz de la crisis, donde lo único que importa es que te lean, es que se ha bajado un poco la guardia a la hora de informar correctamente.
Fani: ¿Por qué no se puede anunciar cemento con el cuerpo femenino?
Susana: Para mi y para mi compañero Manuel Campoy ha sido una gran noticia. Gracias al Proyecto Siamura de Inés Pérez Marín tuvimos conocimiento del tema y como fiscales pensamos que era un asunto que merecía la pena y que teníamos que llevarlo adelante. Nos fuimos a los juzgados de lo mercantil. El juez de lo Mercantil absolvió y lo recurrimos. Ahora nos han estimado el recurso y ha sido como poner una pica en Flandes. Es que no todo vale, es que el cuerpo de la mujer no se puede utilizar de esa manera. También lo conseguimos en el caso de Bankia, que retiró la campaña y pidió disculpas. Y en la de una discoteca, y en una empresa de alquiler de vehículos, donde no se llegó ni siquiera a juicio. Al incoar diligencias preprocesales, se ha tenido una respuesta buenísima, y no ha hecho falta ir al juzgado. Es que el cuerpo de la mujer no se puede utilizar de esa manera.
Fani: ¿Tiene relación la publicidad sexista con la VG?
Susana: Sin ningún género de dudas. Una publicidad sexista lo que hace es normalizar una relación de poder y de desigualdad. La publicidad de Cementos la Unión no sólo va destinado a los albañiles, lo ven los menores cuando pasa el camión, y lo ven normal, aprenden que eso es normal.
Fani: Sé que te preocupa especialmente el aumento de la VG en las más jóvenes.
Susana: Mucho. Se bajó la guardia, empezaron los recortes hace unos años, también en educación, y no se tomó en serio lo que decía la Ley de Violencia de Género, que era una Ley que se tenía que enseñar en los Institutos. Ahora están saliendo esas generaciones faltas de educación en el tema. Chicas y chicos que apenas vieron campañas de concienciación, como mucho veían ‘Doce-meses-doce causas’, o, ‘Llama al 016’, a la vez que veían a diario, “Mujeres y hombres y Viceversa”.... No hay control. Ningún control. Se deriva todo a la autorregulación de las televisiones. Y eso no es suficiente.
Fani: “Jamás, en los más de veinte años que llevo subida a mi toga y mis tacones, me arrepentí de encaramarme a ellos ni de enfundarme en la toga”. ¿Sigues sintiendo lo mismo?
Susana: Sí, y más cuando tienes la posibilidad de elegir tu camino en esta carrera. En cuanto pude centré mis pasos profesionales en la VG y en los temas de igualdad. En cualquier caso, el hecho de ser Fiscal es algo que me gusta muchísimo, que me produce adrenalina.
Fani: Ahora eres Fiscal Portavoz.
Susana: Me hubiera gustado muchísimo ser periodista. En esta nueva tarea intento ser muy didáctica. La Fiscalía y los poderes públicos tenemos que ser trasparentes y cercanos.
Fani: Eso es algo que se agradece, esa cercanía que proporcionas desde las redes. Recuerdo algún Tweet, camino de tu guardia en el juzgado, deseando ‘no tener trabajo’.
Susana: ¡El otro día nos acusaron de vagos por desear eso!... En realidad, lo que queremos es tener un ‘buen día’ porque eso significa que no habrá mujeres maltratadas.
Fani: ¿Cómo han cambiado o influido las redes sociales en tu trabajo?
Susana: Para mí han sido un descubriendo maravilloso. Puedes decir muchas cosas que no decías y llegar a muchísimas más personas. He conocido a gente maravillosa, que ha salido de las redes y que ahora somos amigas.
Fani: También eres escritora y tienes un blog estupendo donde escribes con frecuencia. ¿Cómo fue lo de: “Con mi toga y mis tacones”?
Susana: El blog me lo planteé como algo serio, quise que tuviese un hilo argumental, y escribir con respeto al lector. Publico siempre los martes y los viernes. Y tengo bastante feedback de los lectores, con los que tengo una relación estupenda. Creo que el éxito ha sido ser disciplinada.
Fani: Hay una historia de ficción en tu blog, un relato que fue finalista en un premio de narrativa corta contra la VG... Hay una mujer, con los ojos morados de golpes, que llega por fin al Juzgado, en el momento de denunciar, tras años de sufrimiento... Y no lo hace finalmente. Vuelve con su agresor. ¿Qué final feliz le pondrías a esta mujer?
Susana: Que denunciara y que saliera de la situación. Que saliera de ahí... Mi ambición no es castigar al culpable, sino que salgan por completo de la situación. Quiero que las mujeres maltratadas tengan una vida diferente, que no carguen toda la vida con el estigma de víctima de la VG.
Fani: ¿De la VG se sale?
Susana: De la VG se sale, sí, y además se puede salir en condiciones muy buenas. La gente no tiene porqué estar siempre con ese estigma, pero hay que saber tratarlo.
Fani: ¿Hay algo que no se está contando sobre la VG?
Susana: Insisto en algo que aunque se contó, quiero remarcar. Los recortes han impedido que haya cosas esenciales como la Oficinas de Asistencia a las Víctimas del Delito. Estas oficinas han desaparecido prácticamente en todos los pueblos. La que hay aquí, en la Ciudad de la Justicia de Valencia, sólo abre en horario de oficina... Tú no le puedes decir a una mujer maltratada que vuelva el lunes, porque lo malo es que alguna vuelve con los pies por delante. Sé que esto es muy duro decirlo, pero es así.
Fani: ¿Cuándo veremos a un Presidente de Gobierno que pare el país cuando una mujer es asesinada por violencia de género?
Susana: Parece que de momento, no. Y sería tan didáctico. Se hizo con los atentados de Niza, los de Bruselas... No se hace con las mujeres asesinadas. Parece que la gente se acostumbra al dato, como si fuesen accidentes de tráfico. Y se olvida enseguida. Por no hablar si la mujer no muere, que queda malherida, que ya no ocupa ni titulares...
Fani: Buscamos motivos para la esperanza
Susana: Yo creo que hay motivos. Veo a mis hijas, a sus compañeras, y veo que tienen muchas ganas de hacer cosas, de reivindicar, de luchar... Y también los hombres, que cada vez dicen alto y claro que son feministas, también es esperanzador...
Fani: Esta semana se manifestaros numerosos grupos de hombres contra la VG en Valencia, Alicante y muchas otras ciudades. Hombres que se declaran feministas.
Susana: La lucha contra la VG es la lucha de todos y una sociedad no será igual si no conseguimos ir todos juntos en la misma dirección
Fani: ¿Tenemos que revalorizar la palabra feminismo?
Susana: Es que hay que decir claramente que feminismo no es lo contrario que machismo. El feminismo lucha por derechos, el machismo quiere quitarlos. Eso es así.
Fani: ¿Te animarás a escribir algún día sobre todo esto?
Susana: ¡Sí! Te doy una primicia. El día uno de diciembre presento mi primer libro de relatos con prólogo de Miguel Lorente y con una portada estupenda que me ha hecho Eva Moya. Como hilo conductor tiene la VG y la igualdad. Y me ha confirmado Mónica Oltra que lo presentará ella.
Fani: Como no tenemos el tuyo aún, ¿qué nos lectura nos recomiendas?
Susana: De Marian Keyes, “Un tipo encantador”. Muy ilustrativo sobre la VG. Y tiene puntos muy divertidos.
Fani: Sé que te apasiona el ballet. ¿Terminamos con una pieza que te resulte especial?
Susana: Copelia, sin dudarlo. Es un ballet muy especial, y con historia. El vals de la muñeca, sería la pieza elegida.
Fani: Muchas gracias, Susana. Para mí, tu trabajo es un motivo para la esperanza. Espero que lo sea también para todas las personas que lean tus palabras.
Susana: Y que no les quepa duda: De la violencia de género se sale.
Sencillamente, me ha emocionado.
Y, hace que me sienta orgullosa por tener el privilegio de leeros.
GRACIAS SUSANA.
GRACIAS FANI.