“What we do is to make sure that there is a woman in the room”.

Ellen Malcom.

 

Durante años estuve tarareando un bolero que me gustaba mucho con la letra equivocada. Era tan sólo una palabra malinterpretada, pero cambiaba el significado de la historia (Si no fuese pe-caaaa-doo, teee daría mi viiii-daaa... Ups, no ,'segaría' mi vida. ). El día que salí del error me dio un vuelco el pericardio al pensar cuánto llevaba viviendo el bolero equivocado. Me volvió a suceder, sin tanta magnitud emocional pero con igual impacto cognitivo, con una señora llamada Emily que tenía una lista. La tenía mitificada por cómo aparecía en las series estadounidenses: respaldando a las profesionales norteamericanas de la política, la judicatura, el mundo empresarial o el universitario. Mujeres con mucho poderío y cercanas todas al partido demócrata, o en sus filas. La tal Emily promovía a las mujeres a los más altos cargos para que tomasen decisiones y ejecutasen políticas favorables a los derechos, intereses y necesidades femeninos. Diane Lockhart, la brillante socia de Will Gardner en The Good Wife, era capaz de volcar de estrellitas el firmamento para ganarse el apoyo de Emily y conseguir sus aspiraciones profesionales. Y a Josh Lyman se le resistió alguna votación en la tercera temporada de El Ala Oeste por el buen trabajo del lobby femenino liderado por Amy Gardner (directora política de Emily’s List y representante de Women Action League).

 

Webeando un día supe que la Emily’s List existía en la realidad, pero no la señora que yo tanto admiraba. El nombre Emily respondía al acrónimo de: “Early Money Is Like Yeast”, que viene a decir que cuanto antes se aporte dinero a las campañas electorales, antes se conseguirán más fondos (dinero llama a dinero). Emily’s List es el grupo de acción política más grande de los EEUU (más de tres millones de integrantes) dedicado a recaudar dinero y apoyar a las mujeres demócratas en la política. Ellen Malcom lo fundó en 1985 y, desde entonces ha colaborado en la elección de más de cien mujeres en el la Cámara de Representantes, diecinueve en el Senado, diez gobernadoras de estado y más de quinientas representantes estatales. No sólo apoya económicamente a las mujeres, promueve el voto femenino y la participación electoral. Y defienden el derecho al aborto. El ejemplo de Nancy Pelosi quizás sea el más representativo al ser la primera mujer que ocupó la Presidencia de la Cámara de los Representantes de los EEUU en Enero de 2007. En este momento sigue en marcha la campaña, Madame President, iniciada en 2013 con el objetivo de poner a una mujer al frente de la Casa Blanca, sea Hillary Clinton o no.

 

Al escuchar a Cañete el otro día, y en los días sucesivos a su erupción verbal, he sentido la pesadez del tiempo que llevo viviendo en la política equivocada... Cuando se supone que más libertades he conseguido como mujer y como ciudadana, van y se instalan en el poder unos machos-políticos, que se rodean de otros machos políticos, que lo único que hacen es tomar decisiones para machos-políticos como ellos. Hay una Vicepresidenta, me dirás… ¿Y?... ¿De qué nos ha servido que sea ‘la mujer con más poder en el Gobierno’ si ha elegido el lado masculino de la política?... ¿Por qué hay tan pocas mujeres en los puestos dónde se toman las decisiones importantes?... ¿Por qué no ha habido nunca una candidata a la Presidencia del Gobierno?... ¿Por qué siempre hay una 'segunda de a bordo’ al lado de los Presidentes del Gobierno?... No quiero listas, ni cuotas, ni repartos.. Quiero que las mujeres tengamos el poder que nos corresponde, no el que los hombres nos cedan desde su condescendencia como si nos hiciesen el favor de dejarnos entrar en nuestra propia casa. Y eso cómo se hace, me dirás… Pues nada, lo de siempre, cambiando el planeta. O poniéndole un nombre nuevo. Por algo habrá que empezar.