Un no año
Este año no podía ser de otra manera, llevamos un “NO AÑO” desde que empezó la visita del bichejo en cuestión. Vivimos unas “No fallas” unas “NO pascuas”, cientos de “NO cumpleaños” y demasiadas vidas truncadas por una inexplicable razón, la llegada del virus sazonada por el posible oportunismo de unos cuantos.
Este año parece que hayamos aterrizado en una película de esas de apocalipsis en las que todo anda patas arriba. Nos han caído las fiestas, nos han caído las vidas y nos ha caído hasta nuestra forma de ver las cosas y esto este verano debiera notarse a pesar de que algunos bípedos continúen sin aprender que igual si llevas la mascarilla salvas la vida de alguien. Ya se que es difícil, y más para nosotros, que nos digan que no podemos abrazar, que no podemos besar porque somos así, no podemos hacer otra cosa ya sabes, “¿Qué le voy a hacer? Nací en el Mediterráneo”.
Toca reinventarnos, u+na vez más, porque de nuevo hemos caído en las redes de la incertidumbre, las aves de mal augurio ya nos están avisando de que las vamos a pasar canutas. Como si haber sobrevivido hasta este momento (toquemos madera) no sea ya como para tener un diploma concedido por el mismísimo Bear Grylls. Pues bueno, vamos a tener que repetir la voltereta con triple salto mortal y tirabuzón. Sin duda lo haremos.
Este verano será distinto, lo será porque todo es ya distinto, porque nos falta demasiada gente y nos han vuelto a cortar las alas, aunque estoy convencido de que nos van a volver a crecer y volveremos a volar. Recuerda, tenemos un master en supervivencia y no hemos llegado hasta aquí para ahogarnos en la orilla. Sin duda este no va a ser (espero) el verano de los festivales, ni el año de los chiringuitos y ni siquiera el de los anuncios refrescantes de cervezas. Este año, para seguir la costumbre, vamos a vivir un verano NO VERANO en el que sólo recordaremos que estamos en estío por eso del calor sofocante y por algún soniquete infame que nos taladrará el cerebro, esos seguro que no perdonan.
¿En lo personal? Pues te cuento ya que estamos de “striptís” emocional. Como el año ha sido tan raro esta estación no va a ser menos, la empiezo “escacharrado” y con demasiado tiempo en casa para pensar (eso de estar demasiado tiempo “en el dique seco” tiene efectos extraños). He sobrevivido a los “días negros” en los que sólo aspirábamos a no salir en el parte de bajas pero las secuelas son patentes. Ando renqueante en lo emocional a ver que fui uno de esos pardillos que confiaron demasiado en la especie humana y en que saldríamos de esta reforzados pero estoy ilusionado pensando en dar el salto sin red y aprovechar el que todo está desdibujado para intentar hacer de tripas corazón y reinventarme, no obligado por las circunstancias sino porque justamente estos meses me han hecho replantearme la existencia misma y el rumbo de las cosas. Puede que el escenario no sea oportuno ¿Pero sabes una cosa? Espero que este NO verano sea el paréntesis que me permita recuperar el norte perdido. Seguramente, como muchos no iré muy lejos pero ando decidido a hacer el viaje de mi vida, el que me lleve a un lugar donde quiera estar con los míos. Si algo he aprendido estos meses es que la existencia es un trayecto que merece ser vivido con pasión. Piénsalo, si le das la vuelta a las cosas este puede ser el verano de tu vida.
Salva Colecha @salcofa
Su blog: En zapatillas de andar por casa
#UnveranoDiferente en #ElFémurDeEva
Demasiado diferente
Un verano diferente... Todos los veranos son diferentes. Siempre hay una falta, un cambio de planes que rompe nuestro verano como queríamos, o como el anterior año, pero todos tienen una cosa en comun: En todos se explaya, reina, el sentimiento de agradar, de pasarlo bien, de reunirse con gente que no ves en mucho tiempo y que suelen volver por estas fechas. Con ellos te reúnes, cenas , comes, te bañas y haces "agüitas"... Intimas en esas madrugas de fiestas de pueblo. El coche lleno, la música tope o la conversaciones que en él se producen y se buscan para saber de quién no vemos nada más que por estas fechas... Eso es el verano, sentarse en la calle, o deambular por el pueblo que nos vio nacer o vio nacer a alguno de nuestros padres, o a los dos. O reencontrarte con ellos después de un año trabajando fuera de casa y saludar a los vecinos. Dos besos, dos abrazos. Ese calor humano a todos nos gusta. Eso también es el verano.
Pero este será distinto, diferente, como si no fuera verano... Excepto por el calor, este año mas... Creo que cada año mas... Por Marzo nos “atacó un virus" que decían que se transmitía por la saliva, por esas gotita que dicen que todos expulsamos, sin querer claro, al hablar, o toser.... Solucion: distancia entre nosotr@s. No podíamos estar cerca unos de otros. Por lo tanto, se acabaron los besos. Mucho más cuando se dijo que usáramos mascarilla que nos tapaba la boca. Se acabaron los abrazos porque también decían que se transmitía por el contacto de las manos.. No podíamos tocarnos nosotr@s, como íbamos a tocar a otr@!!!
Sí. Este sí es un verano diferente, pero diferente en todo y para tod@s. Los otros podíamos no encontrarnos con que alguien no ha venido, pero este ha venido... No podemos abrazarlo, besarlo, ir metidos de cualquier manera en el coche rodeado de gente, ni pensarlo... Podíamos contagiarnos o contagiar a los de nuestro lado. Amig@s o no... Y quien dice ésto... Si elegiste sentarte en la calle a tomar el fresco, a un metro de quien te acompañe. Y saludar a los vecinos a la misma distancia.. Ah.. Y la mascarilla puesta los dos... Sí, es un verano diferente, tean diferente que no tiene nada de lo que fue siempre él.
José Giner @Pepetoles460
#UnveranoDiferente en #ElFémurDeEva
Mi verano
Es tan bonito el verano que a pesar de ser con mascarilla le encuentro su lado bueno. Por casa no la llevo, voy ligera de ropa, descalza muchas veces, con las ventanas de par en par, disfrutando de la luz que lo llena todo.
Algunos días salgo pronto hacia la playa. Vivimos tan cerca!!
Llego cuando apenas hay gente y me creo la dueña de su arena, de su brisa, de su orilla y paseo feliz, de aquí para allá, de allá para acá... Hasta que me adentro en las aguas del mar y siempre doy gracias a Dios del regalo que me está dando...
Fueron duros los meses pasados. Ir al trabajo era, para mí, irme a la guerra. Mi bolso colgando era mi fusil , mi escudo la mascarilla y mi corazón miedoso no me daba suficiente valor para afrontar día a día tanto muerto, tanto enfermo.
Cada día era un reto, pero ahora, el verano ayuda, aligera, te dice que sonrías, aunque no salgas muy lejos, aunque no cruces fronteras, aunque no atravieses mares... Los días largos de verano son tan bonitos.
Procuro que todas las noches sean de San Juan y pido un deseo mirando al cielo, el mismo deseo que ahora todos queremos ver cumplido con toda nuestra fuerza.
Carmen Ramos Eulogio
#UnveranoDiferente en #ElFémurDeEva
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