Elogio de la bici (y de comerte el miedo con patatas)

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  • “¿Què podem fer, doncs?, li va dir ella un dia. ¿Què t’agradaria?, va dir ell, sabent que ella no li demanaria cap imposible. Que no volis mai quan jo estic lluny. I que no volis mai sol.” Imma Monsó, Una tempesta (2009)
    “Me voy con la bici”, me dice. Y pasa algo rarísimo. Pronuncia esas cinco palabras, pero yo oigo: “Me voy a torear”. Tal es el efecto que me producen. A continuación me dirijo a mi ‘altar’ y me postro en ‘oración’ hasta que acaba la ‘faena’ por las carreteras de Olocau o La Serranía. Conecto Twitter, Facebook y el email, todos abiertos por pestañas. Acerco el móvil, enciendo la Virgen de la Antena (mi Grundig), hago café como si fuese a estudiar para otra oposición, y añado una pestaña extra en el Safari de ‘noticias de última hora’. Y tic-tac, tic-tac, tic-tac, hasta que vuelve, tratando de visualizar su imagen disfrutando arriba de la bicicleta (sobre todo cuando, en mi opinión, “ya está tardando mucho hoy”). Con miedos de estos, de los que te coges todo el que quieres pa’ti sola sin que nadie te lo pida, sólo hay dos opciones. Opción A: no va en bici, no sufres. Más conocida como el clásico: ”Si me quieres no me hagas sufrir”, que resuelve bien el corto plazo (a ti), aunque, a la larga, te pasa factura (a ambos,). La opción B: va en bici y te curras el miedo; es un pelín más complicada a corto plazo (para ti) pero la más saludable a largo (para ambos).
    Ese ‘Me-lo-curro’, Tema 1, comienza por conocer mejor ese miedo. ¿Tengo motivos reales para temer que le pase algo yendo en bici? A principios de año, la DGT decía que “uno de los colectivos que menos protección tiene, el de los ciclistas, ha visto como la cifra pasa de los 32 muertos de 2011 a los 47 de 2012, lo que supone un incremento del 47%”. Así que, objetivamente, sí que existen motivos para la preocupación, pero a ese clavo no te puedes agarrar para seguir temiendo porque tampoco está científicamente demostrado que Él forme parte de ese 47% de la estadística. Entonces pasas al Tema 2 del ‘Me-lo-curro’, consistente en desdramatizar el asunto. ¿Cómorrr?... Compara el objeto de tu miedo con otros. Según la OMS “cada día pierden la vida alrededor de 740 personas, unas 270.000 al año, como consecuencia de un atropello”. Resulta que andar es también un deporte de riesgo a pesar de que tú nunca hayas temido sobre los peligros que implica dar un simple paseo. Así que, llegado ese momento, ya estás preparada para iniciarte al Tema 3 del “Me-lo-curro”, que consiste en que lo encierras bajo siete llaves para que ni ande ni vaya en bici… ¡Que nooooo!
    El Tema 3 del aprendizaje 'Me-lo-curro' es cuando te planteas cómo sería todo esto sin miedo. Y entonces redescubres la bici como algo realmente bueno. Muy bueno. Y notas una succión en el tiempo emocional que te suelta en Massamagrell, cuando eras un retaco y mirabas embobada cómo quitaban las ‘ruedecitas’ de la bici a algún niño de tu calle porque ¡ya era mayor!.. Y recuerdas la incredulidad sentida cuando te contaron que tu madre vendió su trenza de pelo negro de Jaén para comprar la bicicleta a tu hermano mayor. Y recuerdas a tu hermano mayor, que también va en bici, por suerte todavía. Y a sus amigos, que salen con él cada domingo. Y a los amigos de Él, que se cruzan La Serranía cada fin de semana. Y a tanta gente que va en bici, tod@s maqueados con sus maillots, pedaleando por las carreteras como si no hubiese un mañana para llegar a tiempo de almorzar (en los casos que tengo en la cabeza, jeje). Y cuando llegas al Tema 4 descubres que no depende de ti, y decides escribir un post. Tema 4, o cómo concienciar a quienes contribuyen al incremento de ese 47% para que comprendan la debilidad de una bicicleta respecto a su vehículo de motor. Ponte en las ruedas del otro, por favor... Y cuando los veas pedaleando, simplemente respétalos. Piensa, además, que alguien, en sus casas, los están esperando para comer.    

    12 responses to “Elogio de la bici (y de comerte el miedo con patatas)

    1. Hay mucho conductor loco que le da igual todo, no sabe lo que lleva entre manos. Alguno debería probar a coger la bici de vez en cuando (la valenbisi mismo si no tiene) y disfrutarla ahora que hace calor pero el vientecito es agradable, a ver si así además se le pega un poco más de empatía por los ciclistas.

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