Un verano diferente (III)

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  • El coste de la oportunidad

    En economía, existe un concepto llamado «coste de oportunidad». Parte de la premisa de que estamos obligados a tomar decisiones y, en cada decisión, debemos renunciar a algo, que no ganamos pero tampoco perdemos. A veces, tomamos decisiones porque no nos queda más remedio, como aplazar unas vacaciones o un concierto, y es corriente pensar en lo que podría haber sido. Pero el condicional, como el futuro, no existen, solo son tiempos de la imaginación, del mundo inteligible cuya perfección es imposible alcanzar, de los sueños que se estrellan en un inevitable despertar. Pero el presente sí existe y los granos de arena no son infinitos, y esos que perdimos mientras pensamos en lo que podría haber sido, en lo que haríamos si pudiéramos en lo que haremos cuando podamos, esos, como las golondrinas de Bécquer, no volverán. 

    Este verano, puede que tengamos que tomar decisiones, que tengamos que renunciar a algunas cosas y asumir el coste de oportunidad. No habrá viajes a otros lugares del mundo, no habrá prisas y carreras buscando las vacaciones perfectas, porque las vacaciones perfectas no existen, y el tiempo se va. Todo termina. Terminó el confinamiento y salimos como los caracoles, pero esos meses tampoco volverán. Y ahora, no me hago ilusiones para este verano, solo espero una brisa, un rayo de sol, el sonido del mar y alguna risa, algo que recordar por si tengo que volver a la caverna. No habrá verbenas, conciertos en los viveros, castillos en la Malvarrosa, cine de verano en el Palau, batalla de flores…Pero la ciudad sigue ahí, y vuelve a despertar, y la gente tiene ganas y prisa por vivir y atrapar el tiempo y los rayos de sol. ¿Que si escribiré este verano?  No es una decisión, es una necesidad: un prurito (y perdonadme el palabro) persistente de contar algo, aunque sea a una hoja de papel o a un documento Word, de dejar algo, de parar el reloj. Sin embargo, es inevitable asumir el coste de oportunidad de todas las historias que se quedan sin contar, que ya sabemos que es siempre la misma; de todas las que, escritas, jamás serán leídas y se perderán como lágrimas en la lluvia. 

    El verano acabará pronto, y vendrá el invierno y, ¿qué será? Y ya estoy hablando otra vez en futuro. En eso, este verano no será diferente, porque mi frustración seguirá y mis ganas de salir de aquí y ver algo distinto, porque tiene que haber algo más, porque por eso me cuesta tomar decisiones, por el coste de oportunidad. Y seguir el camino recto, fácil y cuesta abajo, para no tener que tomar ninguna decisión, también es una decisión. Por más que sepa que es inútil, este verano volveré a encontrarme con los tiempos de la fantasía y con lo que inglés llaman el woulda, shoulda, coulda. Y este verano, este, no volverá, como no volvieron todos los anteriores. 

    Por David Albero Martínez 

    #UnveranoDiferente en #ElFémurDeEva

     

    Domingo

    Primer día de verano me asomo a la ventana, la gente ocupa la calle, anhela su cervecita fresca en compañía y llena las terrazas. Todo en orden, salvo por la cantidad de personas sin rostro , su lugar ocupado por una multicolor variedad de mascarillas, unos se juntan otros se evitan. Ayer retomé una de las actividades que mas me llenan, el senderismo y recorrer el territorio , han sido tres meses desde la última vez, quien me ha robado el mes de abril, el de mayo y toda la primavera?!!! Recorrido por el paraje “Cova Negra” de Xàtiva, aquí también la gente ocupa el sendero, unos se ponen precipitadamente la mascarilla al cruzarse, otros no la llevan, otros se apartan, ya en el centro de  la capital de La Costera observando por encima de la espuma de mi vivificante cerveza, veo a la gente ocupando espacios predeterminados, otra vez la indecisión, los gestos instintivos, las mascarillas subiendo del codo al rostro.

    Mañana será lunes y retomare la ardua tarea de salvar la microempresa de la que formo parte de la tercera crisis, si, la del 96 la del 2008 y ahora esta. No solo el verano será diferente, algo se ha roto, aunque queramos las cosas no pueden ser igual que antes, tengo que retomar a los amigos, a la familia, y sobre todo a mis casi nonagenarios padres, con que grado de normalidad?. Hay irresponsabilidad mezclada con precaución, por no decir directamente miedo, no queremos ni pensarlo pero ahí acechante está el virus, este y los por venir, y no solo los “bichos” microorganismos, sino algunos de dos patas y diversos “entes”, recesión, crisis climática, racismo, neofascismo… La política y su cacofonía no ayudan. Francamente me hice la ilusión de que de aquí saldríamos mejores mas unidos y mas fuertes. Pero la realidad es que seguimos contaminando y abandonando perros. La incertidumbre es lo peor para planificar las vacaciones de verano verdad?

    Jordi, desde algún lugar de la Ribera Alta

    #UnveranoDiferente en #ElFémurDeEva

     

     

    Mayte Martín en el Festival Etnomusic, por Paco Valiente Clic-clic

    Podcast de Los Sonidos del Planeta Azul sobre el Festival de Etnomusic (9 de julio 2020): Clic-clic

     

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