Cazadores-recortadores

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  • Casi al mismo tiempo que un elefante impactaba en nuestra monarquía constitucional hiriéndola de gravedad, chocaba en mi cabeza una imagen reveladora que quiero compartir. Buscaba explicaciones a los recortes brutales, a las mentiras políticas, al tiro en el pie de un menor perteneciente a la realeza mientras, presuntamente, practicaba la caza en compañía de su padre, y también intentaba encontrarle algún sentido o paralelismo histórico a la cadera rota del Rey cuando se dedicaba a la caza mayor en África. Era uno de esos momentos en los que te agarras a lo escrito y te vas al pasado histórico a ver si encuentras respuestas o sacas alguna inferencia que te ubique en el sin-sentido del presente (hasta que funcione el acelerador de partículas y podamos ir al futuro a por perspectiva). Lo que pasa es que, depende de a dónde te remontes en la historia, corres el riesgo de acumular más inquietud... Si por no pasar hambre dejamos de ser cazadores-recolectores y nos convertimos en agricultores con amos y pirámides... Si de la esclavitud pasamos al feudalismo, y de ahí al capitalismo, ¿ahora en qué abocamos?... Puede que, después del empinado camino recorrido de esclavos a siervos llegando a ciudadanos, devengamos en otro modelo de ‘cazadores-recortadores'. O que, después de todo, estemos andando en círculos y amanezca en sierva de la gleba laborando para los que oran y cazan...
    Pues así ha sido, traspasada por el vigor histórico que desprendía la visión de la pirámide feudal, cuando he visto la señal para salir de la inferencia histórica. Resulta que, en la misma línea del tiempo y del espacio físico (hace nada, en mi mesa), inclinada ante el pasado (la Larrousse, tomos “efe” y “pe”), la pirámide feudal ha apareció al lado de otra no menos importante para la historia reciente de la humanidad: la pirámide alimentaria. ¡Ha sido fascinante ver ambas pirámides, separadas por cientos de años y contemplarlas igual de erguidas, contundentes y llenas de contenido! Perfectamente compartimentadas y estamentadas. Y se me han parado los pulsos al comprobar que El Rey, en la cúspide inexpugnable de su pirámide, ocupa exactamente el mismo lugar que las grasas y los azúcares en la cúspide de la otra. Que tu dices, vale, guapa, pero no has hallado explicación a los recortes, ni al comportamiento de Marichalar, ni al viaje del Rey. Y yo te digo, tienes toda la razón, pero he sido la primera bloguera que ha establecido una similitud entre monarquía y alimentación no recomendada. Y, en ocasiones, para pasar a la historia hay que dejar que otr@s saquen las conclusiones

    6 responses to “Cazadores-recortadores

    1. no hay que perderse tus enlaces-regalo, porque ahí está garantizado que te partes de risa.
      no será el momento de preguntarnos si queremos seguir estando ahí, atontaos y en la base de la pirámide, para siempre?
      por no hablar de lo indignante de ese "perdón" en 11 palabras. a disculparse como toca y en profundidad y, por supuesto, a asumir las consecuencias.
      a tomar por saco las grasas!!!
      referéndum ya!
      r.

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