El Principio de Bankímedes

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  • Durante una inteligente y divertidísima charla que mantuvo Donna Leon en la Biblioteca Pública de Toronto, la escritora norteamericana, que vive en Venecia desde que diera a luz literaria al comisario Brunetti hace treinta años, recoge la queja de los italianos sobre lo que para ellos es un injusticia: no entienden cómo es posible que su país albergue a la vez a la Mafia y al Vaticano. La frase provoca gran alborozo y es pronunciada como colofón a unos cáusticos minutos durante los que, la autora, disecciona con su lengua afilada aspectos jugosos sobre ambas instituciones, llegando a subrayar, sílaba a sílaba, que: “El Vaticano jamás ha condenado a la Mafia”... Mientras la escuchaba no dejaba de pensar en la situación actual en España, haciendo ese ejercicio mental comparativo que se activa siempre de manera inconsciente con el único propósito egoísta de estar mejor que otr@s en medio de un desastre.Y como siempre que se actúa por egoísmo se acaba mal, la extrapolación me coloca frente a la evangelización de Rouco Varela y la Conferencia Episcopal en modo #AquíNoPagaNiDios, y me deja tiritando ante lo más mafioso que hemos conocido últimamente aquí: Bankia (sonido atronador de tormenta rollo “Cumbres Borrascosas”, o el ñii-ñii, ñii-ñii, de la escena de la bañera de “Psicosis”, a elegir).

    Bankia, ese artefacto financiero made in Spain, fruto de una fusión fría de siete cajas y de mucha condescendencia gubernamental, dedicada íntegramente al mangoneo del dinero ajeno, ha resultado tener más agujeros negros que el Triángulo de las Bermudas. Su debacle ha causado un impacto de tal magnitud que no sólo ha hecho tambalear la credibilidad del país, sino los principios más clásicos, que han tenido que ser reformulados para poder rescatar al sector. La primera víctima de la quiebra no ha sido la verdad como en otras guerras, sino el gran Arquímedes de Siracusa, que ha visto como el nuevo Principio de Bankímedes ha suplantado al suyo al afirmarse ahora que: todo directivo sumergido total o parcialmente en un bankio experimenta un empuje vertical hacia arriba directamente proporcional al volumen del dinero que desaloja al Estado... Aunque el problema de verdad llegará cuando ya no queden ‘líquidos’ en los que sumergirse para salir a flote. Menos mal que del corazón de la Vía Láctea siguen saliendo chorros de luz capaces de empujar 10.000 soles y que me espera Brunetti en cuanto termine aquí.
     
    * Quiero agradecer a @polipensante su ayuda para encontrar el título del post de hoy ;-)

    15 responses to “El Principio de Bankímedes

    1. Señor Rajoy: yo no quiero pagar NADA para salvar a una empresa que me es ajena. ¿Porqué no me da a mi Bankia un dinerillo para evitar que me rescaten?
      Menos mal que siempre nos queda leer artículos como este para poder continuar el día a día (mientras nos vacían los bolsillos y el ánimo: pero no acabarán con nosotros!)

    2. NO ME EXTRAÑAN LAS MILES DE ENTRADAS Y ELOCUENCIAS QUE GENERAN LA LECTURA DE TUS PALABRAS.
      YO NUNCA HE ENTENDIDO NI DE POLITICA NI DE ECONOMIA, Y LO SABES, PERO LO QUE SI PRETENDO, Y SUPONGO QUE EL RESTO DE ESPAÑOLES TAMBIEN LO PRETENDEN, ES ENTENDER EN ESTE JARDIN QUE NOS HAN METIDO ENTRE UNOS POCOS AVARICIOSOS Y SOBRE TODO LO MAS IMPORTANTE, A DONDE NOS LLEVA ESTE LAVERINTO Y CUAL ES LA DIRECCION DE SALIDA.
      TUS PALABRAS AL MENOS SON ESCLARECEDORAS E INFINITAMENTE ELOCUENTES. TE QUIERO POR ELLO Y POR MUCHAS COSAS MAS…………JOSA

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